Custodia de plata en su color y plata dorada. Se ha restaurado la cruz central que estaba rota, se han colocado las piedras que estaban sueltas. Se han quitado ralladuras y abollones. Se ha ajustado para poder ponerla completamente recta y sin ningún tipo de cimbreo. Por último se ha devuelto a la pieza el brillo y esplendor que tenía en origen.